La sociedad y los juegos: Jugar es cosa de niños
En el
mes de Junio de este año, Pedro Gil, miembro del grupo creativo de La Marca del
Este, relataba su experiencia como invitado en la quinta edición del encuentro
literario llamado Las casas ahorcadas
que se celebró en cuenca.
Una de
las notas de color que tuvo este encuentro literario fue la invitación a Pedro
Gil para hablar sobre Hardboiled, el
juego de rol de diseñado por La Marca del Este para jugar historias tipo novela
negra.
Aunque
sabemos que no es lo mismo, la literatura (específicamente la novela) y los
juegos de rol tienen muchas cosas en común, y no es de extrañar que se trate de
integrar poco a poco los juegos de rol a esta clase de eventos, ayudando a la
normalización de esta afición. Es por ello que la presencia de Pedro es
importante desde mi punto de vista. Tampoco cambia la cosa mucho, pero es un
paso, un paso más y necesario. La visibilidad de la afición en entornos donde
ahora no suele tener cabida.
El día
siguiente a la realización del evento literario, en el blog del periódico el Pais, se publicó un
articulo llamado El milagro lector ynegrocriminal de las casas Ahorcadas, en el que se señalaba aquellas cosas
más características de este evento. La inclusión de los juegos de rol entre la
oferta literaria fue, evidentemente, una de las cosas destacadas.
Aparecer
de esta forma en un medio como es el País es algo bueno para la afición. Aparte
de la visibilidad que tiene la obra y la afición, se relaciona con la
literatura, es decir, cultura. Y formar parte de la cultura es algo que creo
está bien. Siempre es bueno cualquier cosa considerada cultura… bueno, igual
los toros no opinan lo mismo…
El caso
es que la cultura es algo bueno ¿no? Yo opino que si.
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Imagen obtenida de Pixabay |
Sin
embargo, en el artículo publicado en este periódico hubo algo que me llamó la
atención. Os copio un párrafo:
Por
eso, varias actividades se centraron en los adolescentes, con presentación del juego de rol
Hardboired o la crónica del Primer encuentro Literario Margarita Negra en
Seseña, donde los estudiantes del I.E.S. Margarita Salas de Seseña disfrutaron
allí de dos días…
En este
párrafo entiendo que la intención de incluir los juegos de rol en el evento es
para atraer a aquellos más jóvenes hacia la literatura, cosa que me parece
bien. Cualquier incentivo que tenga alguien para acercarse a los libros y que
no se apara colocarlo bajo la pata de una mesa esta bien.
El caso
es que en este caso específico, los juegos de rol se usan como trampolín para
atraer a los adolescentes, es decir, a los niños, en lugar de usar su potencial
para atraer a cualquier tipo de potencial lector.
Le he
dado vueltas al texto varias veces y he querido buscar diferentes
interpretaciones, pero la que me sigue rondando en la cabeza es que para este
periodista (no se si para la organización del evento tambien) y lo que se
refleja en el artículo es, que los juegos de rol siguen siendo un juego y que
los juegos son cosa de niños (en este caso adolescentes).
Nos
encontramos con el viejo estigma, que poco a poco va desapareciendo pero que aún
permanece, de que los juegos son para niños y que siendo adultos, nos debemos
de dedicar a cosas de adultos. La literatura es algo serio por lo cual es cosa
de adultos, y los juegos de rol, aunque relacionados y útiles como herramientas
para la inclusión de nuevos literatos, es algo que esta bien para los jóvenes,
los niños. En definitiva, jugar es cosa de niños.
Me sabe
un poco mal desarrollar este pensamiento ya que parece eclipsar lo
verdaderamente importante de la noticia. La incorporación de los juegos de rol
en un evento literario, dando a conocer el juego y la afición en un espacio
donde apenas se conoce esta afición. Y por supuesto, no querría quitar ni un
ápice del mérito que tiene que Pedro al participar en Las casas ahorcadas. Pero el caso es, que aunque quiero entender
que la organización incluyó los juegos de rol como una herramienta a sus fines
sin querer desmerecer a los juegos de rol, el como ha sido expresado en el
artículo hace ver que no es una afición para adultos, cuando en realidad, es una afición que sobre todo practicamos
los adultos.
Ocurre
que cuando unos adultos practican una afición que la sociedad ve como algo de
niños, esos adultos suelen ser discriminados de alguna forma. Es evidente que
no es una discriminación al mismo nivel que sufren las mujeres, los inmigrantes
o los homosexuales, por ejemplo, pero esa discriminación existe sin duda.
Es algo
que me disgusta porque por parte de algunos de mis familiares nunca han
entendido porque sigo jugando a rol a mis casi 40 años. Me han criticado por el
tiempo que dedico a jugar al mes (una partida al mes de media si no hay algo
que evite disfrutar de mi familia al mismo tiempo), tratado de convencer de que
no juegue, ninguneado por ello porque creen que jugar es ser infantil, etc. sin
darse cuenta que ellos mismo juegan de una forma u otra: Guiñote, Rabino, Cinquillo… pero claro, esos juegos son cosa de
adultos, no como el rol. Como veis, es algo que me toca lo personal por lo que
estoy sensibilizado y es por ello que es posible que interprete ese artículo de
una forma menos positiva de lo que es en realidad.
¿Qué
opináis vosotros?
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